
Menonitas en México
A finales de 1922 llegaron a San Antonio de los Arenales, al norte de la ciudad de Chihuahua, 36 carros de ferrocarril de los que descendieron los primeros menonitas que se instalaron en nuestro país. Venían en grupos, cargando su equipaje personal, ropa de cama, enseres domésticos, muebles y materiales de construcción. Traían también sus recios caballos belgas, vacas holstein, guajolotes, gallinas, costales de semilla, herramientas y maquinaria agrícola. Subieron por la sierra, en carretas, otros 60 km hasta llegar a su destino, Santa Clara, en el corazón de Chihuahua, donde se distribuyeron en una cuadrícula de lotes, delimitaron sus villas, trazaron sus calles, construyeron sus casas y se prepararon para arar la tierra.
No eran peregrinos; tampoco eran inmigrantes. Ellos vinieron a la segura. Se trasladaron familias completas con sus pertenencias, costumbres, aspiraciones y privilegios. Sus dirigentes organizaron todo de antemano: localizaron, inspeccionaron y adquirieron grandes extensiones de tierra cultivable. Obtuvieron del gobierno de Obregón concesiones excepcionales. No podría obligarse a prestar servicio militar, ni juramento. Se les otorgaba el más amplio derecho de practicar su religión, controlar la educación de sus hijos y disponer el régimen económico que desearan con respecto a sus bienes.
La colonia que se encuentra en ciudad Cuauhtémoc es la más grande, de todo el país mexicano. Su gran generación de empleo, el hecho de que el 82 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del municipio provenga de las comunidades menonitas y el turismo que han atraído a la zona, son parte de sus grandes aportaciones.
+++ El idioma que hablan los menonitas de México es el plautdietsch, un dialecto del bajo alemán, parecido hasta cierto grado al holandés -neerlandés que se habla en Holanda- o al flamenco -neerlandés que se habla en Bélgica-.
+++"En el plano político, social y cultural los menonitas son ciudadanos mexicanos con los mismos derechos y obligaciones, pero se han mantenido más cerrados a una apertura social", afirma Antonio Loewen, administrador del Museo y Centro Cultural Menonita de Ciudad Cuauhtémoc.
Los Menonitas Mexicanos demuestran a algunos Mexicanos que no hay pretextos para fracasar y que siempre quien trabaja responsable y constantemente en México puede llevar una vida muy digna. A pesar de no querer integrarse a las sociedades en donde viven ya sea aquí en América o en Europa, este grupo social nos demuestra cómo, aún bajo las condiciones más adversas y aún 'aislados' del mundo exterior es posible transformar su realidad y ser exitosos.
Casi de seguro todos hemos tenido la oportunidad de verlos por las calles de diversas ciudades de nuestro país vendiendo sus productos, vestidos con petosde mezclilla y sombrero de paja, muy serios, austeros y enfocados a su actividad.

Grupos derivados de los principales grupos menonitas mexicanos: Menonitas
Altkolonier, Sommerfelder, Kleingenmeide, Die Gottes, Gemeinde.
Los menonitas que llegaron a Chihuahua en los años de 1921 se hacen llamar “
Los Viejos Colonos”. Liberales en la practica de sus costumbres religiosas y sociales. Tienen una ética protestante, colectiva y encaminada hacia el máximo rendimientos productivo. Su religiosidad es un factor importante para lograr resultados del auge agrícola.

Existen en Chihuahua unas 200 familias menonitas que no usan electricidad ni automóviles.
En la actualidad radican en la entidad alrededor de 90 mil menonitas que se han dividido en “tradicionales” y “liberales”, los primero mantienen la vestimenta típica del grupo (mujeres con vestidos negros y adornos florales y los hombres con overol azul y camisa de cuadros) y su relación con la población de su ciudad es de carácter meramente comercial.
Mientras que los liberales, quienes representan el 20% de la comunidad, usan ropa moderna y su trato con gente no menonita es más habitual, al grado que son comunes los matrimonios con personas de fuera de los campos.
La colonia Manitoba es la comunidad menonita más grande de Chihuahua, ahí se encuentran negocios orientados a la agricultura, maquinaria, construcción y comida, que son los giros tradicionales del comercio menonita.
En la dualidad cultural en la que viven, los miembros de la comunidad aprenden desde pequeños el alemán bajo y el alto (el estilo antiguo de lengua) así como el inglés y el español.
